jueves, 25 de febrero de 2010

Turismo rural

La provincia de Burgos es una privilegiada en el panorama del turismo rural. Tenemos de todo menos playa salvo que queramos acercarnos hasta las cercanías del pantano de Arija y pensar que estamos en las playas cántabras. Por esta misma situación de privilegio, hay que cuidar, mimar y proteger no sólo los recursos naturales, sino también los artísticos y culturales. También hay que tratar con mucho mimo a los ciudadanos que se acercan hasta nosotros para conocer la cultura y el paisaje. Me consta que hay establecimientos rurales que no desmerecen de cualquier hotel de alta categoría de una gran ciudad, pero también sé que hay otros que no son tan espléndidos. A los primeros les pido que sigan trabajando como hasta ahora y a los segundos que mejoren, les falta muy poco para ser como los primeros.
El pasado fin de semana el trabajo me llevó hasta la localidad de Villasana de Mena en la que encontré un buen lugar para alojarme: Hospedería Foramontanos, en la que disfruté de un servicio cómodo y una habitación muy coqueta y práctica en la que descansar. En este caso, la ubicación de esta hospedería es la que me llevó a elegirla. Sé que hay otros lugares en este municipio en los que el trato al viajero es exquisito y la gastronomía sorprendente, prometo volver para disfrutar de todos esos valores tan importantes para los viajeros que buscan cercanía y calidez en sus viajes.
En cualquier caso, mi enhorabuena para todos los que han visto en el turismo rural una forma de mantener vivos los pueblos burgaleses.

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