jueves, 17 de febrero de 2011

De agradecimientos

He tardado en escribir esta entrada una semana. Y es que, por una vez, me han faltado las palabras. La semana pasada fue muy importante para la revista Siburita. Por primera vez, después de dos años de haber iniciado este proyecto, recibíamos un premio que reconocía, de alguna manera, la labor que estamos desempeñando.
El premio periodístico concedido por la Federación de Hosteleros de Burgos, se personalizó en esta periodista por una serie de reportajes sobre productos burgaleses publicados en la revista Siburita. Se trata de un premio común ya que en la revista trabajan profesionales que buscan la mejor foto y el mejor diseño para acompañar los textos que se publican y que se distribuyen gracias a una labor comercial no exenta de dificultades.
Desde este blog quiero agradecer a todos los que nos siguen puntual y fielmente y que consiguen que mejoremos cada número de Siburita. También hay que dar las gracias a todos aquellos que, desde el principio, han creído en este proyecto y nos han apoyado.
No quiero olvidarme de la otra profesional premiada, Rosalía Santaolalla, quien además d egran persona es una gran periodista.
Gracias.

Adiós a un grande

Acaba de marcharse uno de los grandes cocineros de la historia de la gastronomía en España. No voy a ser yo quien valore su trayectoria porque, para eso, ya están los que le han conocido bien y quienes han degustado su cocina, pero creo que es el momento para rendirle un homenaje desde estas humildes líneas.
Lo que concozco de Santi Santamaría me hace pensar en él como en un hombre con las ideas claras y definidas que siempre luchó por lo que creía y que no se mordió nunca la lengua pese a enemistarse con otros grandes de la cocina. En este caso, cabe recordar el intercambio de opiniones que tuvo con otro grande como Ferràn Adriá por su diferente concepto de cocina.
Ahora, momento en el que llueven alabanzas sobre Santi Santamaría, es el día de reconocer su figura gastronómica en su plenitud y es que sus siete Estrellas Michelín son un ejemplo de lo que ha supuesto para la gastronomía de este país. Santamaría ha dejado muy buena escuela y será esta misma escuela quien siga su legado y haga que su figura premanezca viva.