jueves, 23 de septiembre de 2010

Arguiñano ha vuelto a nuestras cocinas

Karlos Arguiñano ha vuelto a nuestras cocinas. Tengo que confesar que mantengo con él una relación de amor-odio. Me encanta cómo explica sus recetas y lo fácil que las hace pero no soporto sus chistes. Reconozco sus dotes comunicativas y considero que ha sido uno de los artífices a la hora de dar a conocer nuestra gastronomía no sólo dentro sino también fuera de nuestras fronteras.
Me confieso una vez más, pese a que el formato se repite, me ha enganchado el nuevo programa de Arguiñano. Tal vez es porque considero más lógico que se emita por la tarde-noche para pensar el menú del día siguiente que, en su anterior ubicación, en la que el programa iba justo antes de la hora de comer. Arguiñano ya no inventa, lo inventó todo cuando empezó en televisión. Reinventa lo que ya ha creado pero, esta vez, se presenta con dos propósitos nuevos: luchar contra la obesidad infantil y ofrecer consejos a través de una nutricionista. Objetivos muy loables. Auguro gran éxito de audiencia a Arguiñano en su nueva andadura y nosotros que lo veamos.