Les voy a descubrir a ustedes mi amor por Asturias. Me gusta esa tierra casi tanto como la mía. Y ¡Cómo no! también me encanta su gastronomía. Somos animales de cortumbres y como no me gusta traicionar los dichos populares, he aprovechado un largo fin de semana para acercame, de nuevo, al Oriente de Asturias. Allí se respira, se conjuga tradición con modernidad, se apuesta por la buena gastronomía con productos de calidad y también se persigue dejar satisfecho, muy satisfecho, al cliente.
Porrúa es mi lugar de destino, un pueblecito situado a cinco kilómetros de LLanes. Siempre el mismo alojamiento, el mismo saludo de la misma gente a la que ya conozco de tantas veces y cita obligada, siempre, con la Sidrería La Peña´l Cura. Quien después de leer estas líneas vaya hasta allí en busca de cocina moderna, de autor, anda muy equivocado. En este restaurante con sabor muy tradicional se encuentra eso, cocina muy tradicional. Tradicional, con productos de primera calidad y hecha con mimo, como se hacen bien las cosas. Las vistas que ofrece el restaurante, un aliciente más para acercarse hasta allí, son espectaulares: Porrúa y buena parte de la Sierra del Cuera.
Si el visitante, en sus visitas a los diferentes restaurantes, busca cocina tradicional, ha de procurar que ésta sea de máxima calidad y, en esta Sidrería, sí se encuentra. Verdinas, almejas, ternera ecológica, fabes, chorizo, sidra...un sinfín de productos de primera calidad elaborados como se ha transmitido de generación en generación. También hay que ser muy Siburita para degustar esos platos que no llevan artificios, ni en el nombre ni en su elaboración, y que mantienen vivas tradiciones como las de la buena gastronomía asturiana. Sin duda, manteniendo la tradición es como se llega a conseguir la evolución.
Mi enhorabuena a las mujeres que regentan esta Sidrería y que lo hacen con la maestría que sólo da la pasión por el trabajo bien hecho.
