viernes, 15 de abril de 2011

Del trabajo bien hecho

Cuando hablamos de productos tradicionales, nos cuesta creer que puedan tomar nuevas formas y texturas y sean capaces de mantener el mismo sabor de toda la vida. En Burgos, hay un empresario que está convencido de que un producto tan tradicional como la morcilla puede evolucionar sin perder su esencia más conservadora. Roberto da Silva, o lo que lo mismo, Embutidos de Cardeña, trabaja, desde hace años, en intentar posicionar la morcilla en general mucho más allá de las fronteras provinciales y que sea la auténtica "Morcilla de Burgos" la que se distribuya en los mercados de otras ciudades y no sucedáneos o copias mal hechas.
Pero este empresario quiere ir más lejos y, para ello, se ha unido en este camino con dos cocineros Saúl (Blue Gallery) e Isabel (Fábula) para crear porductos nuevos pero sin olvidar que la morcilla tradicional tenía que ser la base fundamental de estas novedades. Así han nacido el calamar de morcilla y los nachos de morcilla. Elementos nuevos que han sorprendido a los críticos y a otros cocineros que los incluyen en sus cartas. Es una nueva forma de presentar la morcilla tradicional que ha tenido muhco éxito. Estos experimentos no se han hecho al azar sino que llevan meses, años, de mucho trabajo hasta dar con la fórmula exacta que sorprenda al comensal y no defraude a los amantes de la morcilla.
A estas alturas de año, seguro que Roberto ya está trabajando en algún nuevo producto, basado en la morcilla, para sorprender a propios y a extraños. Suerte y adelante

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