martes, 20 de julio de 2010

Otro restaurante con vistas...

Acabo de regresar de un viaje a la ciudad de Logroño. Para mí era una gran desconocida, pero, gracias a los amigos, he conseguido descubrir una ciudad abierta, agradable y con muchas cosas que ofrecer más allá de lo que todos podemos identificar como elemento común: los vinos de la denominación de Origen Rioja.
Tengo que reconocer que me habían hablado muy bien de la gastronomía riojana, pero todavía no había tenido el gusto de probarla. Un paseo por la calle Laurel me abrió boca durante mi primer día de estancia. Pero cuando realmente disfruté de una cena fantástica fue cuando, acompañada de un buen amigo, degusté un menú fantástico en el restaurante Marinée, frente a la concatedral La redonda de Logroño. Las vistas, increíbles, la concatedral, buena temperatura, buena compañía, buen vino, muy buen servicio de mesa y, sobre todo, un menú excelente. Marinée tiene al frente de su cocina a un joven profesinal preocupado por dar gusto a los clientes; un hecho que comprueba una vez finalizada la degustación conociendo las opiniones de quienes han tenido el placer de probar sus platos. De momento, el restaurante no tiene más distinciones que su calidad en la cocina y en el producto y un precio muy ajustado en el menú: 25 euros que da opción a elegir entre varios primeros, segundos platos y deliciosos postres. Todavía resuenan en mi paladar los sabores del timbal de tomate y el taco de bonito que degusté esa noche. Mi enhorabuena y mi esperanza en que pueda repetir en breve esa experiencia maravillosa.

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